La arquitectura bizantina es variada y monumental. Usa el plano de la basílica heredado de los romanos, el plano circular de los martiria y la cruz griega.
Para lograr tamaños mayores, multiplica los arcos, las bóvedas y las cúpulas, así como también las columnas. Además, los bizantinos han aprendido a construir cúpulas ligeras con ladrillo y cerámica.
En la elaboración de las paredes mezclan fácilmente ladrillo, piedra y mortero. Los muros externos son sobrios, con acabado natural. Las decoraciones de mosaico interiores son fastuosas.
La Basílica de Santa Sofía, en Estambul, es una de las más importantes construcciones bizantinas. Se pueden observar sus numerosas cúpulas alrededor de la principal. Las 4 torres altas de cada lado del edificio son minaretes erigidos por los musulmanes, quienes conquistaron los restos del imperio romano.